sábado, 30 de octubre de 2010

y entre medio de los palitos de yerba que flotaban...

-¿sabés lo que pasa? (ruido de cebada) hecha agua en el mate, luego me mira a la vez que me lo extiende.
(yo en silencio, no hace falta que le diga "qué", aunque me quede callada, igual me lo va a contar, por enésima vez, y se que lo necesita, debo dejar de ser su hija por un momento)
- tu padre y yo "estamos" nada mas, alguna vez, al principio teníamos similitudes, eramos simbioticos en algunas cosas, pero eso duró muy poco y ahora cada cual vive su vida tratando de no molestar al otro-
(silencio de mi parte... ¿tenía otra posibilidad? además del detalle que, me lo decía como si no pudiera percibirlo, como si no fuera tan real a simple vista, en fin...) miro al techo y pienso "aquí va de nuevo" y le extiendo el mate una vez mas.
-vos tenés trabajo, sos una profesional, podes hacer tu vida como quieras- remata, y le da una cebada al mate.
- y si mamá... (me callo el resto de lo que le contestaría, por el solo hecho de que mil veces le he planteado otras alternativas, y porque en el fondo puedo entenderla, por como ella es, por lo que fue su vida, que jamás va a salir de esa casa, que en el mundo no hay otro lugar para ella, en su concepción) Sin embargo, esta vez sus palabras me llegan algo diferentes y no hacen mas que confirmar ciertas conclusiones que, en mi nuevo estandarte de vida, parecen tener lugar. 
- ¿ves? tan equivocada no estoy entonces mamá, cuando digo que las cosas no duran porque naturalmente no estan destinadas a durar... (cebo el mate)
ella me mira, mira el mate, vuelve a observarme, llena el mate una vez mas.
- es difícil- agrega.
Y me quedé esperando... quizás quería escuchar que me dijera lo contrario, quizás quería una interminable explicación de por qué si "apostar" con el otro... Quería que me dijera que bueno, que ella exageraba, que tampoco era tan asi como decía, que en realidad bla bla bla y que me convenciera, o por lo menos lo intentara mostrándome ímpetu en sus palabras, confianza, que me ebullera de una energía que me incitara a pensar lo contrario, por lo menos durante el transcurso de su estadía en mi casa. Quería creer.

De repente, silencio y a continuación un sonar de cascabeles rodando en el interior de una pelotita de plástico.

- Miuuuuuuuuu!!!-

Fin de la obra. (telón)


( Nota de autor: este final tiene la misma explicación que la tienen aquellos viejos dibujos ucranianos que se veían en ATC a las 19:00 hs en el programa "Caloi en su Tinta"... )

2 comentarios:

  1. solo una cosa he de decir: extraña manera de cebar mates la tuya y la de tu madre. No me quedó claro, tras una pormenorizada lectura, quien era la soberana del lumilagro.

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  2. La soberana era aquella que llevaba la palabra... incluso la silenciosa.
    Agrego que, el mate era, el punto de partida a la reflexión o el momento justo para tener un motivo por el cual cerrar la boca.

    ... dilemas caseros en una tarde de pocas nueces.

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