The cat is under the table...

... mis cuidadas macetitas de flores que no tengo idea como se llaman, pero no por eso dejan de ser gráciles... arruinadas! sus tallos quebrados, moribundos, aplastados por el peso de aquel ser que con desdén acabo con sus vidas (o eso creo, dentro de unos dias cuando compre abono especial y les haga con ello electroshock orgánico -a las plantas, se entiende-). Habiendo espacio, se supone que sabes caminar por entre las macetas.. mas siendo que logras pararte con las cuatro patas juntas y apiñadas sobre el borde de la silla como si de un equilibrista chino en el circo de Moscú se tratara! es más, hasta te he sorprendido en esa misma forma pero horizontal, es decir desafiando todas las conocidas leyes naturales sobre la gravedad (total Newton ya falleció, verdad?)
 Al aloe le faltaba una hoja, ahora sé de quién sospechar.
 El resto de la selva (bueno, de las plantas del patio) sobrevive atemorizado. Por las noches los tréboles de 4 hojas (los 8 que ya vieron la luz) cuchichean su plan de escape "primero nos cambiamos de maceta para distraerla e ir acercándonos al muro" dice uno "si, pero es arriesgado porque el muro tiene cerámica e irradia calor" agrega otro, y así discurren en su plan al que poco felizmente llaman "Icaro"...
... sin embargo, me mira, Ella. Abro la puerta y viene corriendo al son del "miuuuuu" apurada por saludarme (aclaro que no es error de tipeo, mi gata no dice "miau", dice "miuuuuu"). Entonces salgo al patio (si podemos llamarlo así al espacio reducido de cemento que tengo atrás de la casa -pero que tanta satisfacciones me trae-) y ella sale conmigo... y miro las flores dañadas y la miro a ella que me observa con sus ojitos intrépidos...la nombro... (y ya lo digo con menos ímpetu y sin signos de exclamación) mientras dispongo (una vez mas) las macetas de otra forma, haciendo uso de la hipotenusa y la regla de tres simple para adivinar donde caerá la proxima vez Ella, cuando quiera bajar del techo para comer o ver tele, según la hora.

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