-"Lleve Platero, llueve... Dios está en su Palacio de Cristal"-

y yo en la cocina tomando mate. Que día de lavadero! me subsumo en el calor de la estufa y sopeso la posibilidad de tomar esa suavecita manta de polar y envolverme en ella cual capullo de seda, sintiendo como el calorcito me arrulla al compás de las gotas que caen y se estrolan conta el techo de chapa de la casa de mis viejos... ahhhh el viejo hogar, si, nada mejor que la casa de los padres para poder recibir a gusto todo tipo de acciones sobreprotectoras, como si uno fuera una criatura indefensa todavía... pero qué bien me viene en este momento! Como el pervinox! Cura y sin dolor. De vez en cuando un poco de agua oxigenada para sacar "la mugre" de la herida, que no es tal, sino mas bien añoranzas de bueyes perdidos no tan lejanos todavía, que horadan la mente en los momentos de "incautez" (ok, no estoy segura que exista esta palabra y la lluvia hace que me de fiaca buscar en el Diccionario).
En definitiva, el mate! uy, ya pongo la pava y revivo el agua, esta vez pasará directamente al termo. Remosar un poco la ya demasiado lavada yerba y continuar un rato mas con una lectura que me tiene dando vueltas.
Solo un rato, después me entrego plenamente a los brazos de Morfeo, a Platero y a quien sea que viva en el Palacio de Cristal.

y entonces...

... la suave brisa de aquella pagina al dar vuelta, me acaricio las mejillas. En el libro de esta vida me han tocado sentir muchas cosas... algunas letras seran, a partir de ahora, los recuerdos mas bonitos que he sabido disfrutar... el cafe humea frente a mi con sabor a nostalgia... una sonrisa se dibuja en mi alma: amé con todo mi corazón.
Pero este cuento debe seguir escribiendose...y asi sera.

Being just a human...

Y entonces evoqué el aroma de la piel y lo terso de su espalda y mis sentidos no me dieron otra opción. Parece que los momentos adecuados se dan cuando uno menos lo espera, y así fue. La respuesta llegó tan pronto como la noche al apagar la luz y eso dispuso mi plena existencia... El cuerpo responde al llamado del suyo, la mente intercepta la frecuencia del deseo y los segundos se convierten en gotas derramando agudos suspiros. Muchos fueron los matices...sin embargo en este preciso momento uno deslizó mi mente...y es que mi piel recibiéndolo, yo contra la fria muralla y el su espalda contra mi...rozando las suavidades como caricias sin nombre ni apellido... Ah...dichoso el momento aquel grabado en el conciente de mi deseo. Tan simple!
...y los resabios se harán presentes en las noches sin sentido donde el desvelo sea el carcelero de mi sueño...