sábado, 24 de abril de 2010

Abril, de principio a fin.

Ahí estaba ella observándome desde la cocina, inquieta. "Las plantas no pestañean" pensé, pero sin embargo ésta lo hacía cada vez que yo emitía un suspiro. Ella escuchó todo y supo todo y entendió mas que yo, intentó consolarme, se lo agradecí. Luego de cortar, tuve la sensación de haber experimentado algo similar a un preinfarto, la cuestión ahora era sobrevivirle al dolor y seguir adelante con la frente en alto y el corazón algo marchito, pero latiendo al fin.
Los peores momentos son aquellos en que no tenemos nada en que distraernos, cuando la mente puede divagar ociosamente a gusto, pueder resultar extremadamente nocivo... asique me senté al lado de ella y la observé a detalle, buscando las respuestas a todo lo que me habían vociferado en horas anteriores.
Esto duele. Y mucho. Y si pudiera recostarme sobre el techo, lo haría. Y resisto lo que puedo. Y las arterias y venas, que van y vuelven del corazón (devenido en marchito, recordemos) jalan con fuerza, las muy malditas me tironean y están tan adentro que nada puedo hacer desde afuera, mas que esperar que se calmen por sí solas, o por el paso del tiempo.
 "El tiempo cura todo" dijo mi planta, palemeándome la espalda.

jueves, 22 de abril de 2010

ahhhhhhhhhhh

No se porque me da tantas vueltas la cabeza!!! basta de esto, ya ahora, y no no puedo. Es amor esto? es la costumbre? es el tiempo transcurrido que no quiere dar el brazo a torcer? es capricho? no tengo las armas o estan descargadas o me las secuestraron con una orden paralela de no defenderme. En este espejo el reflejo me dice otra cosa... las indecisiones y planteos ajenos no hacen mas que medicar los míos propios, o mejor dicho genenrarlos. ahhh Qué fue del blanco o negro? ya todo tiene color, pero no se si es bueno o si lo es capaz tengo miedo. Capaz me imagino todo y me autoengaño y quizas eso sea bueno o talvez un sueño fugaz del que no me puedo soltar. No existen los príncipes azules, desde ya. Eso resonará para siempre en esta mente, no es mas que la madura verdad. Pero la prueba de lo improbable ya no se que es, ya todo esto que digo es una gran incoherencia pero escirbo sin pensar, palabra tras palabras, eso necesito, no pensar, no pensar, no pensar. Enredada en vericuetos... quiero saltar de este puente de madera que atravieza dos caminos, un puente de maderas flojas y algo resquebrajeadas, que me obliga a ir con martillo y clavos en la espalda. Que ridículo, asi no soy, y no se porqué hago lo que hago, porque siento lo que siento y porque me comporto como me comporto. Será que tengo dos personas en mi? no se a cuál seguir.