y yo en la cocina tomando mate. Que día de lavadero! me subsumo en el calor de la estufa y sopeso la posibilidad de tomar esa suavecita manta de polar y envolverme en ella cual capullo de seda, sintiendo como el calorcito me arrulla al compás de las gotas que caen y se estrolan conta el techo de chapa de la casa de mis viejos... ahhhh el viejo hogar, si, nada mejor que la casa de los padres para poder recibir a gusto todo tipo de acciones sobreprotectoras, como si uno fuera una criatura indefensa todavía... pero qué bien me viene en este momento! Como el pervinox! Cura y sin dolor. De vez en cuando un poco de agua oxigenada para sacar "la mugre" de la herida, que no es tal, sino mas bien añoranzas de bueyes perdidos no tan lejanos todavía, que horadan la mente en los momentos de "incautez" (ok, no estoy segura que exista esta palabra y la lluvia hace que me de fiaca buscar en el Diccionario).
En definitiva, el mate! uy, ya pongo la pava y revivo el agua, esta vez pasará directamente al termo. Remosar un poco la ya demasiado lavada yerba y continuar un rato mas con una lectura que me tiene dando vueltas.
Solo un rato, después me entrego plenamente a los brazos de Morfeo, a Platero y a quien sea que viva en el Palacio de Cristal.
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Pervinox suena a algo para perros con garrapatas, o pulgas, o algun otro ácaro.
ResponderEliminarQuien viva en un palacio de cristal deberá abstenerse de usar botines de fútbol, o tacos altos, zancos o zuecos y reemplazarlos indefectiblemente por patines de esos que se usan despues de encerar.
Si todos los chinos del mundo tomaran un mate al mismo tiempo (un mate cada uno, se entiende, no un solo mate gigante con infinidad de bombillas saliendo de su interior, como las uñas de miles de pulpos alzando las manos para votar "No a la 24") el ruidito al terminar (conocido como "efecto sorbida") sería tan pero tan dantesco que la vibración misma provocaría o un tsunami, o bien un terremoto, o bien un pulso electromagnético que atraería a nuestro planeta a las civilizaciones extraterrestres mas avanzadas y belicosas y nos matarían a todos.
No se cuentan loa chinos que tienen supermercado, por ser relativamente poco tomadores de mate.-
Ah si si. y lo peligroso sería también que las ondas vibratorias, estremecen el ya gastado cristal del Palacio (de vaya a saber quién) franeleado incansablemente por sus habitantes, como quien va a acostarse a dormir con pijama y gorro con "borlita" al costado, arrastrando pesadamente los pies. Ellos observan, desde arriba, y a través del cristal (impecablemente transparente), como los chinos se divierten desequilibrando el eje terrestre con sus novedosas costumbres occidentales.
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