Zapallos asesinos..

...viniste a mi vida al sólo efecto de enfrentarme entre tú y la cuchilla. Las zanahorias observan espectantes el panorama, dependiendo quién gane la batalla, definirá sus vidas. Los apios aplauden subidos a los tomates que brincan por doquier, contentos de no ser verdura (o fruta según algunos) de estación y tener un target económicamente mas abultado. El limón me salpica con sus gotas en los pequeños cortes de mis manos producto de los mimos de Amèlie...arde, pero es a morir. Allí está él, allí yo haciendo un esfuerzo sobrehumano por tratar de zafar la cuchilla que quedó aprisionada en las fauces del diabólico zapallo, soltala maldito, soltala te dije!!! la cebolla, rastrera y silenciosa, emanó de sus ropajes su gas venenoso, el agua de mis ojos nublaba mi vista y estaba en franca desventaja... el aceite se quemaba en la olla crujiente... soltala te repito o no respondo de mi! De repente la lata de arvejas de la nada  rodó subrepticiamente de la mesada y fue a parar directo a los deditos de mis pies, pegué un salto, el zapallo intentó resbalar para huir de la tabla de madera con el jugito de los zapallitos ya cocidos y recién cortados.. los champignones rodaron por el suelo cual bolitas intentando provocar una caída... verduras alimañescas!
El golpe final, sacó una tajada del insurrecto zapallo. Silencio en la cocina. "¿quién sigue ahora?" murmuré. Katrina por suerte, estaba de mi lado cubriendo mis espaldas.