miércoles, 10 de febrero de 2010

Los primeros dos amaneceres

Sonó la alarma del reloj, una suave música especialmente elegida, abrí los ojos y no hice mas que respirar profundo. Tosí un poco, la pintura tarda un poco en abandonar su característico aroma, me di cuenta que había olvidado colocar un fuyi y que es urgentísima la colocación de mosquiteros. Me desplazé adormilada hasta la radio, la prendí (luego de buscar afanosamente un adaptador) y el agua fría de la ducha terminó de despertarme. Me hize un tereré con agua natural (absolutamente asqueroso, más siendo las 07 de la mañana), abrí la puerta del lavadero y allí estaba el gato, observándome fijo y desperezándose él también. Buen día, le dije x mis adentros, respiré el aire fresco de la mañana, esboze una semisonrisa y me sentí feliz!

1 comentario:

  1. Como un gato y una pantera no serán tan felices, si los buenos momentos los arrastran como las olas? Creo que se dice así, el elevado porcentaje etílico de ayer a la noche y hoy a la mañana, sumado al olor de la cera Gloucot para pisos claros, esán haciendo estragos en lo que queda de mi cerebelo

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