viernes, 18 de junio de 2010

Deseo empaparme con la lluvia.

Katrina dice sentirse angustiada por su nombre, traté de explicarle que nada tenía que ver con el famoso chascarrillo del nefasto "katrina de chanes" que pulula por la boca de toda la sociedad, como un simple acto reflejo a la nada. En fin, cuestión que ella se sentía desprestigiada por esto y no sabía como consolarla. A veces no se necesitan palabras, sino orejas y de ellas disponía afortunadamente, como de manos para acercarle un poco de reconfortante humus a sus raices perdidas y agua fresca al platito color "amarrón" como escuché decir una vez. Lamentos y bufidos varios, llegué a la conclusión o hice una suposición hipotética de que quizás necesitaba un amigo. Entonces, como un flash informativo, recordé que un amigo tenía experiencia con gatos, que le encantaban, que eran limpios, que se arreglan solos, que hacen buena compañía y ... etcéteras varios. Le propuse la idea, y entonces me percaté de que Ricardo había estado todo el tiempo escondido detrás de la pata del altar de Katrina, escuchando impávido y fumando pipa. Emitió un suspiro, miró su pipa, la ladeó hacia un costado de su boca mientras me observaba fijo y exhaló un resoplido entremesclado con el humo del tabaco. Con Katrina lo miramos, ¿qué te pasa?. Y no obtuvimos por respuesta nada mas que un suspiro de indignación. Lo único que faltaba, escuchar las consideraciones del vitalicio habitante de la casa! y bue... habría que debatir. Entonces sonó la alarma del reloj con su música del infierno sentimentalista y entendí que habría que dejar la reunión de consorcio para otro momento. La Actividad Física estaba en la esquina, esperándome impaciente.

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